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viernes, 9 de octubre de 2015

Un repetido comienzo

Es tiempo de encuentro, muchos individuos se congregan cercanos a Ana,  imposible resaltar a todos, solo algunos coloreamos dejando otros para el ojo diestro que los descubra.  Notables seres que se dan a conocer mediante la proyección de su antiguo aspecto, tal como hábiles artistas nos muestran su perfil pasado. Presencias sutiles que se pierden en el soplo, sujetos cuya última etapa de vida no a supuesto un final, acaso si, un repetido comienzo.

Probamos por medio de la lógica, pero descubrimos por medio de la intuición. -Henri Poincaré (1854-1912) Matemático francés.

Buena vida
Pablo y Ana Borsani





jueves, 9 de julio de 2015

Saber de que se trata

Entre mis manos una piña de pino piñonero (pinus pinea), en ella, observando la imagen, sin dificultad advertimos  vida, distinguimos un rostro, el mismo corresponde a una existencia espiritual que placenteramente se hospeda en la flor, así sucede regularmente, seres de contextura etérea, quienes han gozado de cuerpo y forma con antelación, nuevamente van en busca de densidad, una buena elección es la robustez que provee la flor del pino.
Espíritus compasivos a los que debemos respeto, así no descubramos a simple vista ocupante alguno, ahora sabemos que ahí están, habitan en el 90%  de estas flores, seres verdaderamente amorosos, mimosos conquistadores que alegraran nuestras vidas, si tan solo sabemos de qué se trata.

El alma es un vaso que solo se llena con eternidad. Amado Nervo (1870-1919) Poeta, novelista y ensayista mexicano.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani 




lunes, 27 de abril de 2015

De cuerpo y alma

Se preguntaran ¿porque solo vemos rostros incorpóreos en cuanto a espíritus se relaciona?, es que los seres, aunque invisibles para el ojo humano son corpóreos, por tal se presentan de cuerpo íntegro, como lo son Gnomos, duendes, hadas y otros, inclusive aquellos aún descatalogados,  en tanto las almas, se representan en forma de rostro, su propio y preconcebido semblante, aquel que componía su perfil anterior, el que al presente particulariza la etérea “alma”, cuyo tamaño guarda relación conforme a la sustancia de cada quien.
Transcurrió una época en que el alma coronaba un ser corporal, tiempo en que participaba junto a sus pares en la vida esta, circunstancia que impone sin temor considerarlos hermanos. Hay otros estados en lo concerniente a espíritus, pero a ellos nos referiremos en breve. 

Si nos atrevemos a creer en la vida eterna, a vivir para la vida eterna, veremos cómo la vida se torna más rica, más grande, libre y dilatada. (Benedicto XVI (1927-?) Papa de la Iglesia Católica.)
 
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

Imagen sin mejoras, observen con esmero

lunes, 6 de abril de 2015

Uno en cuerpo y alma

El catolicismo señala que el alma es inmortal, a diferencia del cuerpo. Luego de la muerte, el hombre llega a Dios gracias a su alma, que no tiene existencia pre-corporal ni origen material. Para esta religión, el alma constituye el principio vital de los seres humanos, que es uno en cuerpo y alma. 
Anima, Alma o espíritu suelen ser utilizados como sinónimos para nombrar a la entidad no material e "invisible" que poseen los seres vivos. * 
En la siguiente fotografía distinguimos de cara a mi persona diversas almas, prueba irrefutable de que prevalece el espíritu una vez abandonada la carne. Frente a mi destaca la imagen de una bella dama, al parecer de mediana edad y nariz respingada. El alma es la esencia de los seres, aquello que además crea su identidad, se trata de un regalo de Dios que hace única a cada existencia, por lo que no hay que olvidar que los animales de igual forma alcanzan el paraíso, ya que al igual poseen alma.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

domingo, 7 de diciembre de 2014

De origen sutil

Nombramos el más allá como algo distante y superior, no adivinamos nuestra verdadera historia de vida, no presentimos que de allá venimos, que ciertamente es la plataforma de nuestra existencia, que desde allí parte nuestra evolución, que somos seres perdurables. Si bien opinamos que lo que llamamos muerte es el final, se trata solo de etapas, nacer vivir, procrear y retornar al punto de partida, la esencia y la carga de conocimiento nos acompaña.
Es evidente que en este momento nosotros existimos más allá, porque disponemos de capacidad superior para desenvolvernos, montamos un cuerpo versátil, organismo codiciado por quienes aun se desarrollan en el éter, estación que correspondería apreciar en magnitud y por la que desde allá, como crecidos expertos demuestran apetencia.
Los seres sutiles logran su alimento mediante la energía que obtienen de la actividad solar como su más significativa fuente, energía que riega el aire.  En forma constante la actividad solar envía partículas de carga magnética hacia la atmosfera la que es beneficiosa para la vida toda e imprescindible para los seres místicos, como el magnetismo no es constante, posee altibajos, en días de alta actividad solar se observaran más expeditamente.
Buena vida
Pablo y Ana Borsani

martes, 22 de julio de 2014

La unica semilla

Muerte, nos referimos a la ocasionada por terceras personas,  supone un castigo, siendo tan solo un acto anticipado de igual final,  etapa que no debemos apresurar porque nuestro destino es parte del orden de las cosas, hijos, hermanos, padres, tíos, abuelos, todo encerrado en un único individuo, tantísimos títulos para un solo participante. Todos los guerreros  armonizados por un solo vínculo, haber nacido de esa magnífica semilla que algún día germino dando inicio a este animal humano que hoy supone reinar en el planeta a costa de la sangre de su sangre.
Encontramos una historia que nos gustaría conocieran, tropezamos con ella en la web y sin importar su  autenticidad la presentamos porque nos parece perfecta para graficar la realidad que queremos revelar, su titulo “Una Historia Notable”:
Un día, en Santa Bárbara, California, un hombre llamado Roberts fue a ver a un clarividente que es también conferenciante teosófico y le pidió ayuda para un caso muy intrincado. Mr. Roberts se encontraba paseando por la calle el día anterior cuando una nena de unos tres años se abrazó a él llamándolo papá. Mr. Roberts se indignó, creyendo que alguien trataba de atribuirle la paternidad de la nena a él, Pero la madre de ésta, que vino rápidamente, se extrañó tanto como Mr. Roberts y trató de llevársela. La nena, sin embargo, insistía en ir con Mr. Roberts, diciendo que era su padre. Debido a las circunstancias que se mencionarán más tarde, Mr. Roberts no pudo quitarse esa
escena de la cabeza y fue en busca del clarividente, en cuya compañía fue a casa de los padres de la niña. Esta, al verlo corrió nuevamente hacia él volviendo a llamarlo papá. El clarividente, que llamaremos X, tomó primeramente a la niña y la llevó junto a la ventana para notar si el iris de su pupila se distendía o contraía conforme la retiraba o acercaba a la luz, con objeto de comprobar si alguna otra entidad que no fuera su propio poseedor estaba en posesión del cuerpo de la nena, puesto que el ojo es la ventana del alma y ninguna entidad "posesora" puede dominar esa parte del cuerpo. Mr. X comprobó que la nena era normal y en seguida procedió a hacer preguntas a la pequeña, cuidadosamente. Después de un paciente trabajo efectuado con intermitencias durante la tarde, para no fatigar a la niña, contestó esta lo siguiente:
Ella había vivido con su papá Mr. Roberts, y otra mamá en una casita solitaria, desde la que no se veía ninguna otra casa; próxima a ella había un arroyuelo en cuyas orillas crecían algunas flores (la nena corrió afuera entonces y volvió con algunas espigas de sauce americano-) y que había una tabla sobre el arroyo, y le habían ordenado que no la cruzara de miedo a que se cayera. Un día su papá las abandonó a ella y a su madre y no volvió más. Cuando se les acabaron los alimentos su mamá se acostó enferma. Y después agregó: "Yo también morí, pero no morí, puesto que vine aquí".
Entonces Mr. Roberts contó su historia. Dieciocho años antes vivía en Londres, donde su padre era cervecero. Se enamoró de la joven sirvienta. Y su padre se opuso, pero él se escapó con ella a Australia, después de haberse casado. Allí se fueron al bosque y construyeron una pequeña granja, edificando una casita junto al arroyo, exactamente como decía la niña. Tuvieron allí una hija y cuando ésta tendría unos dos años él dejó la casa y fue a alguna distancia de ella; en ese entonces un hombre armado de un rifle corrió hacia él diciéndole que quedaba arrestado en nombre de la ley por un robo cometido la noche en que Mr. Roberts dejó a Inglaterra. El oficial había seguido sus huellas hasta allí creyéndolo criminal. Mr. Roberts pidió que se le permitiera ir antes a ver a su mujer y a su hijita, pero creyendo el oficial que ese ruego era una astucia para hacerlo caer en manos de los confederados, rehusó y lo obligó a dirigirse hacia la costa. De allí se le envió a Inglaterra y sometido a prueba comprobó su inocencia.
Antes de que las autoridades hicieran caso de sus constantes ruegos para que fuera a buscar a su esposa e hija, tuvo que pasar algún tiempo allí. Posteriormente se envió una expedición en su busca, la que no encontró más que los esqueletos de ambas. El padre de Mr. Roberts había muerto en el ínterin y aunque había desheredado de aquel, sus hermanos dividieron su herencia con él y éste volvió a América muy descorazonado.
Mr. Roberts proporcionó entonces algunas fotografías de su esposa e hija, las que por consejo de Mr. X fueron mezcladas con cierto número de otros retratos y mostrados todos a la nena, la que sin vacilar señaló las fotografías de sus antiguos padres, aunque éstas diferían mucho del aspecto actual de Mr. Roberts.

Atrocidades  acontecen entre la raza humana, gente enfrentada a la gente, seres que se desafían por diferentes razones con un solo fin, avidez, deponiendo valores más elevados tales como el trato fraterno.
Pablo y Ana Borsani